Un poco de historia sobre zapatos

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Si hay un complemento que nunca puede faltar en un armario, tanto de hombre como de mujer, es sin duda alguna los zapatos. Todos tenemos que utilizarlos, especialmente por la comodidad de no tener que ir pisando el suelo con el pie descubierto, lo que nos llevaría a poder cortarnos, pincharnos y destrozarnos los pies con todo tipo de piedras y cosas raras que nos encontramos en el suelo de la calle.

Aunque el zapato empezó siendo un accesorio para nuestra comodidad y protección, con el paso del tiempo se convirtió en un complemento de moda, algo que añadía estilo a nuestro look. Por ello podemos encontrar desde los zapatos más cómodos de andar por casa hasta los zapatos más vistosos, y muchas veces caros, que utilizamos para esas noches en las que queremos romper y ser los más elegantes.

Entre el material con que se hacen los zapatos podemos encontrarnos con cuero, piel e incluso plástico, y en todo tipo de colores. desde el más chillón hasta el negro de toda la vida, que podemos conjuntar con cualquier tipo de ropa que llevemos.

También podemos separar los zapatos dependiendo del uso que queramos darles. Tenemos las zapatillas de andar por casa, zapatos para trabajar que dependiendo del trabajo pueden ser botas de seguridad, zuecos de médico, o zapatos elegantes para trabajos de oficina, y zapatos para salir de fiesta que suelen ser los más elegantes y para las mujeres con el tacón más alto que se puedan encontrar.